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27 de ago de 2019 STEFAAN G. VERHULST

Los “datos colaborativos”, una forma emergente de asociación en la que los participantes intercambian datos por el bien público, tienen un enorme potencial para beneficiar a la sociedad y mejorar la inteligencia artificial. Pero deben diseñarse de manera responsable y tener en cuenta las preocupaciones sobre la privacidad de los datos.

NUEVA YORK – Después de que el huracán Katrina azotara Nueva Orleans en 2005, la empresa de marketing por correo directo Valassis compartió su base de datos con agencias de emergencia y voluntarios para ayudar a mejorar la entrega de ayuda. En Santiago, Chile, analistas de la Universidad del Desarrollo, la Fundación ISI, UNICEF y GovLab colaboraron con Telefónica, el operador móvil más grande de la ciudad, para estudiar patrones de movilidad basados ​​en el género para diseñar una política de transporte más equitativa. Y como parte del proyecto de acceso a datos abiertos de la Universidad de Yale , las compañías de atención médica Johnson & Johnson, Medtronic y SI-BONE brindan a los investigadores acceso a datos previamente cerrados de 333 ensayos clínicos, abriendo la puerta a posibles nuevas innovaciones en medicina.

Estos son solo tres ejemplos de “ colaboraciones de datos ” , una forma emergente de asociación en la que los participantes intercambian datos por el bien público. Tales vínculos generalmente involucran a organismos públicos que utilizan datos de corporaciones y otras entidades del sector privado para beneficiar a la sociedad. Pero las colaboraciones de datos también pueden ayudar a las empresas: las empresas farmacéuticas comparten datos sobre biomarcadores para acelerar sus propios esfuerzos de investigación de drogas, por ejemplo. Las iniciativas de intercambio de datos también tienen un gran potencial para mejorar la inteligencia artificial (IA). Pero deben diseñarse de manera responsable y tener en cuenta las preocupaciones sobre la privacidad de los datos.

Comprender el argumento social y comercial para las colaboraciones de datos, así como las formas que pueden adoptar, es fundamental para obtener una apreciación más profunda del potencial y las limitaciones de tales empresas. GovLab ha identificado más de 150 colaboraciones de datos que abarcan continentes y sectores; incluyen compañías como Air France , Zillow y Facebook . Nuestra investigación sugiere que tales asociaciones pueden crear valor de tres maneras principales.

Para empezar, los datos colaborativos pueden mejorar el análisis situacional y causal. Sus colecciones únicas de datos ayudan a los funcionarios del gobierno a comprender mejor cuestiones como los problemas de tráfico o la desigualdad financiera, y a diseñar políticas basadas en evidencia más ágiles y enfocadas para abordarlos.

Además, tales intercambios de datos mejoran la capacidad predictiva de los tomadores de decisiones. Los vastos almacenes de datos públicos y privados de hoy en día pueden proporcionar información de gran alcance sobre los desarrollos futuros y, por lo tanto, ayudar a los responsables de políticas a planificar e implementar medidas más eficaces.

Finalmente, y lo más importante, las colaboraciones de datos pueden hacer que la IA sea más robusta, precisa y receptiva. Aunque los analistas sugieren que la IA estará en el centro de la gobernanza del siglo XXI, su producción es tan buena como los modelos subyacentes. Y la sofisticación y precisión de los modelos generalmente dependen de la calidad, profundidad, complejidad y diversidad de los datos que los sustentan. Las colaboraciones de datos pueden desempeñar un papel vital en la construcción de mejores modelos de inteligencia artificial al descomponer los silos y agregar datos de fuentes nuevas y alternativas.

Las colaboraciones de datos público-privadas tienen un gran potencial para beneficiar a la sociedad. Los formuladores de políticas que analizan los patrones de tráfico o el desarrollo económico en las ciudades podrían hacer que sus modelos sean más precisos mediante el uso de registros de detalles de llamadas generados por los proveedores de telecomunicaciones, por ejemplo. Y los investigadores podrían mejorar sus modelos de predicción climática agregando datos de operadores de satélites comerciales. El intercambio de datos podría ser igualmente útil para el sector privado, ayudando a las empresas a mejorar la reputación de su marca, canalizar sus gastos de investigación y desarrollo de manera más efectiva, aumentar las ganancias e identificar nuevos riesgos y oportunidades.

Sin embargo, a pesar de todo el progreso y la promesa, la colaboración de datos sigue siendo un campo incipiente, y solo estamos comenzando a comprender sus beneficios y posibles inconvenientes. Nuestro enfoque en GovLab enfatiza el beneficio mutuo de la colaboración y apunta a generar confianza entre los proveedores y usuarios de datos.

Como parte de este proceso, hemos comenzado a diseñar un marco institucional que coloca la colaboración responsable de datos en el corazón de las operaciones de las entidades del sector público y privado. Esto incluye identificar a los administradores principales de datos en estas organizaciones para liderar el diseño e implementación de esfuerzos de colaboración sistemáticos, sostenibles y éticos. El objetivo es construir una red de personas de los sectores público y privado que promuevan la administración de datos.

Dadas las crecientes preocupaciones sobre la privacidad y el uso indebido de los datos, el llamado techlash , es comprensible que algunos desconfíen de las iniciativas de intercambio de datos. Somos conscientes de estas preocupaciones legítimas y de las razones de la erosión más general de la confianza pública . Pero también creemos que la construcción de marcos rigurosos y enfoques más sistémicos para la colaboración de datos son las mejores formas de abordar estas preocupaciones.

Las colaboraciones de datos reúnen datos aislados y experiencia dispersa, ayudando a igualar la oferta y la demanda de dicha información. Las iniciativas bien diseñadas aseguran que las instituciones e individuos apropiados utilicen los datos de manera responsable para maximizar el potencial de las políticas sociales innovadoras. Y acelerar el crecimiento de las colaboraciones de datos es crucial para un mayor desarrollo de la IA.

Compartir datos implica riesgos, pero también tiene el potencial de transformar la forma en que somos gobernados. Al aprovechar el poder de las colaboraciones de datos, los gobiernos pueden desarrollar políticas más inteligentes que mejoren la vida de las personas.

Editado por: Esmeralda Franco Rivas

https://www.project-syndicate.org/commentary/private-data-public-policy-collaboration-by-stefaan-g-verhulst-2019-08

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