Kevin Mallory pasará los próximos 20 años en la cárcel por espionaje.
Este militar estadounidense, exempleado de la CIA y de la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA) —la principal organización militar de espionaje de Estados Unidos— fue contactado por un desconocido en LinkedIn en febrero de 2017.
Era un agente de inteligencia chino que se hizo pasar por representante de un centro de estudios, explicó el Buró Federal de Investigaciones de EE.UU. (FBI, por sus siglas en inglés).
En aquel momento, Mallory atravesaba dificultades económicas y, según consta en la acusación del Departamento de Justicia estadounidense, accedió a colaborar con agentes chinos a los que les suministró información sensible y confidencial.
Mallory fue declarado culpable el pasado mayo y recibió una condena de 20 años de cárcel. La defensa apelará la sentencia.Saltar las recomendaciones
El caso del veterano no es el único.
Miles de objetivos
Según investigaciones publicadas esta semana por la revista The Atlantic y el periódico The New York Times, ambos de EE.UU., China hace un uso creciente de LinkedIn para reclutar espías o informantes.
El método ha sido detectado no solo en EE.UU., sino también en países como Reino Unido, Francia o Alemania, que han emitido alertas sobre la presencia de agentes extranjeros que utilizan cuentas falsas en la red profesional.
La agencia de inteligencia alemana, BfV, denunció ya en diciembre de 2017 que 10.000 alemanes fueron contactados por agentes chinos en LinkedIn.
Asimismo, los servicios de seguridad franceses les dijeron al gobierno en octubre de 2018 que varios agentes chinos utilizaron redes sociales —LinkedIn en particular— para ponerse en contacto con 4.000 franceses.
Entre ellos, empleados del gobierno, científicos y ejecutivos, según informó el diario francés Le Figaro.
Un buen negocio
Las personas a las que se dirigen estos agentes suelen haber ocupado cargos en política exterior, seguridad, defensa o servicios de inteligencia.
Son especialmente vulnerables porque a menudo están buscando otro empleo.
«Tienes un agente de inteligencia sentado en Pekín que puede enviar unos 30.000 correos al día», le explicó William Evanina, director del Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad, a las publicaciones estadounidenses.
«Si recibe 300 respuestas ya es una operación de inteligencia muy rentable y de bajo riesgo».
Muchos de quienes han tenido responsabilidades en el gobierno de EE.UU. mantienen sus privilegios de seguridad aunque hayan pasado a trabajar en el sector privado, y eso los convierte en un blanco atractivo para los servicios de espionaje de otros países.
Además, no es difícil identificarlos porque muchos de ellos revelan en sus perfiles de LinkedIn información sobre los organismos en los que trabajaron y los países y temas en los que se centraron.
Del otro lado, los agentes de inteligencia chinos se suelen presentar como profesores, expertos de centros de estudios o ejecutivos.
Generalmente proponen a las personas a las que contactan que viajen a China como una oportunidad de negocio.
«Especialmente aquellos que se han retirado de la CIA o la DIA y son contratistas… tienen que ganarse su dinero», señaló Evanina.
«Y muchas veces esa oportunidad está en China. Una vez viajan allí, quedan comprometidos».
Qué dice China
Pese a que la justicia estadounidense tiene abiertos numerosos casos similares al de Mallory, el gobierno de China niega las acusaciones.
Fang Hong, portavoz de la embajada de China en Washington DC, señaló en un mensaje de correo electrónico que no tiene conocimiento de estos casos.
«China siempre ha respetado la soberanía de todos los países y no interfiere en los asuntos internos de otros países», subrayó.
Las acusaciones de espionaje son un elemento más dentro del conflicto que enfrenta a Estados Unidos y China, inmersos en plena guerra comercial y en una lucha por prevalecer como potencia global.
Por qué LinkedIn
LinkedIn parece una red social ajena a las controversias, especialmente si se compara con Facebook y Twitter, que se han visto sacudidas por varios escándalos en los últimos años.
Apareció en 2003 como alternativa a las tradicionales bases de datos para buscar empleo y se fue asentando como la red social de los profesionales.
Para el año 2016, cuando fue comprada por Microsoft, LinkedIn había reafirmado su doble identidad: era una red para contratar o ser contratado, pero también para que los usuarios compartieran enlaces e ideas.
Ahora LinkedIn cuenta con más de 645 millones de usuarios, de los que 180 millones viven en Norteamérica.