Ahuyenta a los depredadores del plancton microscópico.

One de nature’s más bella fenómenos es la bioluminiscencia nocturna visible en los océanos del mundo, sobre todo en las costas donde las olas están rompiendo y en las estelas de objetos tales como los nadadores y barcos en movimiento. Esta luz fantasmal es producida por criaturas planctónicas unicelulares llamadas dinoflagelados. Irónicamente, los dinoflagelados también son responsables de uno de los fenómenos más desagradables de la naturaleza: las mareas rojas. Estas son flores de los organismos que decoloran el agua y generan toxinas. Las toxinas matan a los peces y otros animales grandes. Y se acumulan en moluscos bivalvos que se alimentan por filtración del tipo que termina en las mesas, en detrimento grave del comensal.
La generación de toxinas es claramente defensiva. El propósito de la bioluminiscencia es menos claro. Pero muchos de los que piensan en estos asuntos sospechan que también tiene un propósito defensivo. Y el trabajo recién publicado en Current Biology por Erik Selander y Andrew Prevett de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, confirma esa hipótesis