Jun 20, 2019 ROBERT SKIDELSKY

LONDRES – Este mes se conmemora el centenario de la firma del Tratado de Versalles, uno de los acuerdos que condujeron al fin de la Primera Guerra Mundial. En cierto sentido, ha habido un vuelco de situación. Ya que el tratado impuso enormes reparaciones de guerra a Alemania, y la Alemania de hoy ha tomado la iniciativa de imponer grandes obligaciones de deuda a Grecia, su Estado miembro de la eurozona.

Aunque desde el año 1919 los membretes que señalan quiénes son acreedores y quiénes deudores se volvieron a entremezclar, el juego sigue siendo el mismo. Los acreedores quieren su libra de carne, y los deudores quieren evitar dársela. Los deudores quieren que sus deudas sean perdonadas, mientras que los acreedores se preocupan por el “riesgo moral” e ignoran los efectos desestabilizadores y contagiosos de hacer que los países deudores sean más pobres. Lamentablemente, la eurozona no aprendió las lecciones sobre la deuda que nos dejó el Tratado de Versalles, ni prestó atención a las advertencias de John Maynard Keynes.

Cuando terminó la Primera Guerra Mundial, los aliados victoriosos se empecinaron en que Alemania debería realizar una “reparación” por el daño que había causado durante la guerra, esto se exigió, en parte, para pagar las deudas que dichos países sostenían unos con otros. Sin embargo, no lograron ponerse de acuerdo en una cifra final de indemnización durante su reunión en Versalles, por lo que en vez de arribar a un acuerdo, asignaron dicha tarea a una Comisión de Reparaciones para que sea ella la que determine, hasta el año 1921, dicho monto.

https://www.project-syndicate.org/commentary/versailles-treaty-keynes-debt-lessons-for-eurozone-by-robert-skidelsky-2019-06/spanish?barrier=accesspaylog

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