30 abr.2018 RICARDO HAUSMANN
Existen buenas razones por las cuales los proyectos de infraestructura con financiación privada se vuelven significativamente más caros, y más lentos de completar, de lo que anticipan los planificadores. Una solución es traer financiamiento privado solo después de que se complete un proyecto.
CAMBRIDGE – Como dice un viejo cuento, una vez hubo una competencia entre dos pianistas. Después de escuchar al primer pianista, el jurado otorgó el premio al segundo. No había necesidad de escuchar más, porque ¿quién podría ser peor?
Puede parecer que la misma lógica se aplica a las asociaciones público-privadas (APP) para proporcionar infraestructura como carreteras, energía, agua, aeropuertos o el desarrollo de las principales zonas turísticas. De hecho, escuchar a ambos concursantes y evaluar sus fortalezas y debilidades es esencial.
El primer pianista es la provisión pública, que enfrenta dos desafíos: un problema de incentivos (o corrupción) y un problema de presupuesto. El problema de los incentivos se debe al hecho de que cuando los gobiernos adquieren un proyecto de carretera, el contratista ganador puede reducir las esquinas, porque puede ahorrar los ahorros. Incluso podría compartir esos ahorros con los funcionarios del gobierno que supervisan el contrato. El problema presupuestario se deriva del hecho de que solo hay un monto que un gobierno puede pedir prestado de manera segura, ya que tendrá que aumentar los impuestos futuros para pagar la deuda. Como consecuencia, muchos proyectos que valen la pena deben posponerse.
Editado por Irving Iván Marín Pascual https://www.project-syndicate.org/commentary/improving-public-private-partnerships-infrastructure-by-ricardo-hausmann-2018-04?barrier=accesspaylog
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